El inevitable paso de los años y los procesos de envejecimiento naturales que ocurren en cada célula que compone nuestro cuerpo, se refleja de muchas maneras que a veces quisiéramos que no fueran tan evidentes, en particular en lo relacionado con nuestra salud física y mental. Diversos estudios científicos adelantados alrededor del mundo, están enfocados en entender que es lo que pasa al interior de nuestro organismo, cuales son los diferentes mecanismos que hay detrás de esos procesos de deterioro celular que conllevan a esos incómodos procesos en lo que de repente empiezas a sentir que eres más vulnerable que hace unos años, que ciertos alimentos te empiezan a caer mal, que ya no tienes la misma energía de antes, que a veces no tienes la misma memoria que hace unos años o ahora es más selectiva, el tiempo está pasando y está dejando sus huellas.
Esto no debería pre-ocuparnos tanto, finalmente eso es vivir, lo mas importante es disfrutar de cada día, de cada momento vivido, aprender de cada situación buena y no tan buena de este camino que recorremos, siempre tratando de quedarnos con lo mejor y aprender, a eso es a lo que vinimos. Pero bueno, no es este el tema central de nuestro blog, solo no olviden que lo más valioso es agradecer por estar vivos y no olvidar que hoy estamos, pero mañana no sabemos.
Retomando el tema que me motivó a escribir, vamos a hablar un poco sobre cómo los hongos nos pueden ayudar a que ese reloj biológico no avance tan rápido. Los procesos de deterioro celular son muy complejos, casi tanto como es la complejidad de esta maravillosa unidad fundamental de la vida. Seguramente uno de los procesos más conocidos son los mecanismos oxidativos, responsables en parte de que se desencadenen enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, y problemas mentales, entre otros. Dentro de las principales recomendaciones para disminuir esos procesos oxidativos celulares está mantener una vida sana, hacer ejercicio, manejar el estrés, alimentarse bien y por supuesto, incluir dentro de la dieta fuentes de compuestos que tengan la capacidad de ocupar a ciertas moléculas que son las responsables de los procesos oxidativos y desvíen su atención para que no produzcan daño en nuestras células.
Estos compuestos son los conocidos antioxidantes como el Resveratrol, famosos en una época por la propaganda de Amparo Grisales, un ejemplo a seguir para muchos de lo que es el modelo ideal de envejecer. Pues bien, el resveratrol hace parte de un grupo de compuestos llamados fenoles o polifenoles caracterizados por tener esa cualidad de ocupar o atrapar a los oxidantes que se generan en el cuerpo, evitando que hagan daños a nivel celular y por ende ralentizando los procesos de envejecimiento. Las fuentes más populares de estos compuestos son algunas frutas, verduras y hortalizas. Ya estarán pensando en que otro grupo de alimentos son una fuente rica en estos compuestos pero que hemos olvidado en nuestra dieta; así es… son los hongos. Por supuesto ya existe evidencia científica del potencial que tienen los organismos pertenecientes a este reino para aportar compuestos antioxidantes a nuestro cuerpo, se conocen sus mecanismos de acción y las estructuras de estas moléculas. La labor que debemos seguir haciendo desde nuestros diferentes áreas es continuar educando y popularizando el conocimiento de los hongos y del sin número de posibilidades que tiene su uso, en especial los beneficios en términos de salud y bienestar que trae su consumo.
Han oído mencionar al hongo de la longevidad, el Reishi (Ganoderma lucidum)? Es un antioxidante muy poderoso. Se han preguntado por qué las personas de los países orientales son más longevas, ¿qué los hace diferentes a los occidentales? ¿Recuerdan el dato que les di en el blog de Fungicultura para dummies? Ellos tienen domesticadas cerca de 100 especies de hongos para su consumo, esto no es una casualidad, tenemos aún mucho que aprender de esa cultura.
Adicional al aporte en los procesos antioxidativos, el consumo de los hongos también puede ayudar a retrasar los procesos de deterioro neuronal, gracias a su demostrado efecto como neuroprotectores, de esto podremos hablar en otro blog. No olviden el aporte de los hongos a la microbiota del que hablamos en el blog anterior; hay una relación muy valiosa entre el equilibrio de esos pequeños organismos que tenemos en nuestro tracto digestivo y la salud integral, a eso que llamamos el eje intestino cerebro.
Bien, con este breve recuento del papel de los hongos como guerreros contra el tiempo, de nuevo les extiendo la invitación a seguir divulgando, aprendiendo, conociendo y abriendo las puertas de nuestros hogares y de nuestra mesa a este maravilloso grupo de organismos.
Referencias
Naim MJ. A review on mushrooms as a versatile therapeutic agent with emphasis on its bioactive constituents for anticancer and antioxidant potential. Explor Med. 2024;5:312–30. https://doi.org/10.37349/emed.2024.00222
Zhou, Y., Chu, M., Ahmadi, F., Agar, O. T., Barrow, C. J., Dunshea, F. R., & Suleria, H. A. (2024). A comprehensive review on phytochemical profiling in mushrooms: occurrence, biological activities, applications and future prospective. Food Reviews International, 40(3), 924-951.
Kaewsaen, R., Wichienchot, S., Thayanukul, P., Charoensiddhi, S., & Chanput, W. P. (2024). Chemical Profile and In Vitro Gut Microbiota Modulation of Wild Edible Mushroom Phallus atrovolvatus Fruiting Body at Different Maturity Stages. Nutrients, 16(15), 2553.